La venta de títulos en dólares por parte de la Anses y otra dependencias del Estado, anunciada anteayer a media lengua por el Ministerio de Economía, amenaza con constituirse en un antes y un después en la peripecia del Frente de Todos.
Para hacer frente a las gigantescas dificultades de financiamiento del déficit fiscal, Sergio Massa prepara un gran canje de bonos con una receta que podría beneficiar a los jubilados.
Pero esos brumosos anuncios cobijan otras decisiones.
Serían el modo en que el ministro termina de cumplir un generosísimo acuerdo con los bancos que, en caso de verificarse, dinamitaría por completo la retórica del kirchnerismo sobre cómo debe ser la relación entre política y finanzas.
Habrá muchas discusiones, pero una sola evidencia: el resultado final de la operación es que el Estado, ahogado por el déficit, saldrá a endeudarse a tasas demenciales..